Musk podría intervenir, sugiriendo que Trump adopte una alternativa más flexible a la orden ejecutiva sobre IA de la administración Biden
Según la revista Fortune, con los resultados de las elecciones en EE.UU. ya definidos, el apoyo de Musk a Trump, visto por los observadores como una apuesta arriesgada, ha rendido frutos inmediatos evidentes. Se informa que Musk podría intentar presionar a Trump para que abandone su oposición a la política de créditos fiscales para vehículos eléctricos de la administración Biden y fomente la compra de autos eléctricos. Después de que Trump pronunciara su discurso de victoria, el precio de las acciones de Tesla se disparó significativamente. Los inversores esperan que la administración Trump detenga las investigaciones federales y las acciones legales contra Tesla, especialmente aquellas relacionadas con su software de conducción autónoma.
Además, las relaciones entre la Administración Federal de Aviación (FAA) y SpaceX son muy tensas. En septiembre, Musk pidió la renuncia del Administrador de la FAA, Michael Huerta, porque SpaceX fue multada con $630,000 por violar regulaciones de lanzamiento de cohetes. Musk declaró que planea, bajo la administración Trump, establecer un Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), cuyo plan de trabajo incluye relajar la regulación sobre sus lanzamientos de cohetes. El propio Trump también sugirió usar los servicios satelitales de Starlink como parte de un futuro plan de inversión gubernamental de $42 mil millones en infraestructura de banda ancha destinado a proporcionar conectividad a internet en áreas rurales, un posible beneficio financiero para Starlink.
La startup de inteligencia artificial generativa de Musk, xAI, posee un chatbot que compite con ChatGPT de OpenAI y otros modelos de lenguaje grandes; Musk podría intervenir sugiriendo una alternativa más indulgente que la orden ejecutiva sobre IA de la administración Biden adoptada por Trump. En el estado de California, Musk apoya la controvertida legislación de seguridad SB 1047, que impondría restricciones a las grandes empresas de IA; esta legislación enfrentó una fuerte oposición de capitalistas de riesgo y grandes desarrolladores debido a los riesgos potencialmente catastróficos que plantea la IA.
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